El mayor enemigo es callar. Se deben aclarar temas que son importantes a la hora de fortalecer tu relación de pareja y que poco a poco irás descubriendo. No se trata de rellenar un formulario para saber lo que buscas, pero de entrada te recomiendo que primero preguntes qué le gusta hacer y que le hagan, esto es básico y esencial. Nunca esperes que el chico que te gusta cambie su actitud sexual. Si eres pasivo y él también, no fuerces una situación que a la primera de cambio se volverá contra ti. Es preferible que la relación fluya si ambos lo tienen claro y saber que el elemento penetración será nulo o escaso y recurrir a otras formas de placer.
En segundo lugar, una vez que ya hayas decidido que esa persona puede ser tu pareja sexual, es recomendable saber reconocer las señales que pueden ayudarte a ver si vais por buen camino o no (ver el siguiente recuadro). Son detalles que si los percibes a tiempo, podrás usarlos a tu favor para comunicar sobre lo que te gusta o lo que no te agrada y tratar de hacer más “compatible” tu relación. Y si no hay concesiones o negociaciones posibles, plantéate la posibilidad de no continuar con una relación que al final va a generar conflictos. La incompatibilidad o compatibilidad sexual nunca es absoluta, pero debemos acercarnos a un porcentaje que nos proporcione la seguridad de obtener el trofeo más deseado cuando tenemos sexo, el orgasmo.
¿COMPATIBLES?
Duracion: Tu chico se conforma con 10 minutos, tu eres de los que necesita una hora.
Frecuencia: Prefiere tener sexo el fin de semana, tu quieres a diario.
Diversidad: Tu chico va directo al sexo, tu necesitas un jugueteo previo.
Tipo de practica: Tu chico es duro, tu eres dulce.
Horario: A el le gusta en las mañanas, a ti por las noches.
El despues: El fuma un cigarro, tu quieres un abrazo.
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